Por qué da igual quién sea el quarterback en Cleveland
Da igual quién juegue. En los Browns, el resultado siempre acaba siendo el mismo.
Dillon Gabriel será titular en Londres. Y eso, sinceramente, dice mucho más de los Browns que del propio Gabriel.
Porque esto no va de nombres. Va de por qué da igual quién juegue. Joe Flacco, Dillon Gabriel, Shedeur Sanders… cambia el quarterback, pero la historia no cambia. Es el mismo equipo atrapado en la misma espiral: sin rumbo en la posición más importante del deporte.
El problema empieza donde siempre empieza: en la línea ofensiva. Una de las peores de toda la NFL. Lo era con Flacco, un veterano que ya apenas puede moverse del pocket, y lo sigue siendo con un rookie que tampoco destaca por su movilidad. Cambian al piloto, pero la carretera sigue llena de baches. Y así no hay manera de llegar a ningún sitio.
El falso dilema del quarterback
Draftear dos quarterbacks en el mismo año solo añade confusión. Ninguno parece el futuro de la franquicia. Dillon Gabriel es un jugador cerebral, con carácter y comprensión del juego, pero no tiene el brazo ni el físico para sostener un ataque de NFL. Es el tipo de quarterback que probablemente acabará siendo un gran entrenador, no una estrella en el campo.
Y luego está Shedeur Sanders, que depende demasiado de que todo funcione a la perfección a su alrededor. Cuando el pocket colapsa, cuando el sistema no fluye, su capacidad atlética se queda corta. Y en un ataque como el de Cleveland, eso se notará más que nunca cuando le toque jugar.
Un buen draft… salvo en lo esencial
Lo curioso es que el resto del draft fue excelente. Schwesinger, los running backs… hay piezas de verdad ahí. Pero el fútbol americano no va solo de acumular talento. Va de entender qué piezas necesitas para que el conjunto funcione. Y Cleveland, otra vez, lo ha entendido al revés.
Kevin Stefanski sigue siendo un gran entrenador. Eso no está en duda. Pero ni siquiera los buenos pueden sobrevivir eternamente en un sistema roto. La defensa, con Myles Garrett al frente, mantendrá al equipo con vida. Lo hará, como siempre. Pero no se puede vivir de eso.
Al final, los Browns siguen siendo los Browns.
Un equipo que cada año parece empezar de cero. Que siempre tiene talento. Que siempre promete. Y que siempre acaba igual. Buscando un quarterback.